El iPhone de Apple atrae la atención mediática, pero los teléfonos con el sistema operativo de Google venden más
El éxito mediático y empresarial del iPhone ha conseguido que el nombre de este teléfono sea ya sinónimo de "smartphone". Sin embargo, los diversos móviles basados en Android, el sistema operativo lanzado por Google y un conjunto de fabricantes englobados en la Open Handset Alliance, suman en total el mayor porcentaje de ventas desde que comenzó 2010 y sitúan al sistema como segundo más extendido tras Symbian. No obstante, los modelos concretos caen muchas veces en el anonimato por el protagonismo de la marca Android. Este artículo pretende poner de relieve algunos de los más interesantes.
- Por JORDI SABATÉ
- 29 de noviembre de 2010
Cuando en 2007 se tuvieron las primeras noticias sobre las intenciones de Google de lanzar un sistema operativo para móviles que hiciera frente al, por entonces incipiente, poder del iPhone en el campo de los "smartphones" -teléfonos inteligentes-, se levantó una gran expectación entre los analistas tecnológicos y también una cierta euforia. El motivo es que Google se presentaba como la alternativa libre a un modelo, el del sistema operativo iOS, que controlaba qué usuario se descargaba en su dispositivo hasta el mínimo detalle y solo permitía la instalación de nuevos programas bajo la supervisión de Apple.
Frente a este modelo de "jardín vallado", en el que el usuario solo disfruta de los servicios que le ofrece Apple, que en general cobra por las descargas, Google y sus aliados propusieron otra estrategia comercial más abierta, en la que el diseñador de los programas puede cobrar por su descarga, pero donde ni el fabricante ni el creador del sistema operativo ejercen un control sobre el teléfono. Android, además, está liberado, mientras que iOS es cerrado y propiedad de Apple.
Algunos modelos destacables
A la espera de que se implemente la próxima actualización de Android, la 2.3 -conocida como Gingerbread-, y de que se confirmen los rumores del desarrollo del sucesor del Nexus One -el Nexus S- como primer teléfono en integrarla, diversos modelos destacan por un aspecto u otro.
HTC Desire HD. Tal como su nombre indica, su mejor baza es ser capaz de grabar y reproducir vídeos e imágenes en alta definición 720p. Tiene una pantalla de 4,3 pulgadas multitáctil y un procesador Snapdragon 8255 de Qualcom a un gigahercio de capacidad y una memoria RAM de 760 megabytes. La memoria interna es de 1,5 gigabytes ampliables mediante tarjetas microSD a 32 gigabytes. Su peso es de 163 gramos y tiene una cámara fotográfica con ocho megapíxeles de resolución. Además, puede reproducir vídeos web enformato flash. Con estas características, se muestra potente en el apartado multimedia y la reproducción de vídeo con una pantalla de televisión que acepte el estándar Bluetooth 2.1. Funciona con conectividad tanto wifi como HDSPA, además de Bluetooth, y se adquiere con contrato con una operadora.
Acer BeTouch E400. Es un modelo de "smartphone" de gama media o incluso baja, con capacidades bastante más reducidas que en el HTC Desire HD. Está enfocado a usuarios que deseen un teléfono con capacidad para acceder a la red de datos tanto por wifi como por 3G, pero a coste asequible. Su procesador es un Snapdragon 7227 de Qualcom con una capacidad de 600 megahercios y una memoria RAM de 256 megabytes. La pantalla, que es multitáctil, tiene 3,2 pulgadas y la cámara fotográfica, 3,2 megapixeles con flash. Su peso es de 125 gramos y se adquiere mediante contrato con una operadora.
Sony Ericson Xperia 10 Mini. Con solo 2,5 pulgadas, las cualidades de pantalla táctil son muy apreciables para las funciones multimedia. Dispone de una cámara fotográfica de cinco megapixeles con flash LED y capacidad para grabar vídeo VGA a treinta imágenes por segundo. Su peso es solo de 88 gramos, por lo que es muy manejable y permite que se pueda llevar en cualquier bolsillo. Destaca la batería insertada en el interior, de modo que no se puede cambiar por una nueva, y que la versión de Android que soporta, la 1,6, no es compatible con muchas aplicaciones del Android Market, la tienda de programas en descarga para los teléfonos con este sistema operativo.
Samsung Galaxy S. Soporta la versión 2.1 del sistema operativo Android, de manera que tiene acceso a la mayoría de aplicaciones disponibles en la tienda Android Market. Es un terminal interesante para la navegación web, ya que incluye el navegador basado en la realidad aumentada Layar, que permite ver informaciones superpuestas en mapas e imágenes captadas con su cámara.
La conectividad es Bluetooth 3.0 (hay pocos aparatos que la soporten de momento), wifi (b/g/n) y 3G, con lo que se puede tener pleno acceso con comodidad a la red de datos. La óptica de la cámara fotográfica que incluye tiene una resolución de cinco megapíxeles con enfoque automático, además de la posibilidad de grabar vídeo en formato 720p a 30 imágenes por segundo. La pantalla es superamoled de cuatro pulgadas y multitáctil, que facilita mucho la gestión de las funciones del dispositivo y la navegación web. Dispone de una cámara frontal para realizar videoconferencias.
Un balance exitoso solo a medias
Tres años después de ponerse a la venta los primeros móviles con Android, los HTC G1 y Nexus One, se puede hacer balance de qué supuso y de la evolución que después ha seguido el sistema con sus sucesivas actualizaciones. El éxito es desigual según el aspecto que se quiera estudiar, ya que si bien es cierto que el sistema se ha posicionado como el de mayor proyección en el mercado, con las mejores ventas en Estados Unidos durante este año, muchos de los modelos que lo soportan pasan casi inadvertidos si se comparan con el impacto mediático del iPhone. Esto es algo que, en buena lógica, les resta competitividad.
Aunque Android cuenta con un mercado de aplicaciones descargables, no todas se adaptan igual de bien a todos los modelos de teléfono que soportan el sistema
Por otro lado, las sucesivas actualizaciones de Android, al ser un sistema liberado, no están bajo la supervisión de Google, sino que corren a cargo de los desarrolladores del consorcio, que deben atender a las demandas de cada fabricante. Si bien hay una sucesión de versiones oficiales, éstas se adaptan luego a cada modelo y fabricante y acaban por ser, en ocasiones, muy diferentes del patrón inicial. Esto provoca que, aunque Android cuenta con un mercado de aplicaciones descargables, igual que iOS, no todas se adaptan igual de bien a todos los modelos de teléfono que soportan el sistema, algo que va en detrimento de la experiencia de usuario. Además, la variedad de versiones dificulta una actualización organizada de las novedades.
Al iPhone, en cambio, le sienta bien la jerarquía empresarial de Apple. Las actualizaciones se hacen regladas, la versión oficial es solo una y el funcionamiento de las aplicaciones se testea a conciencia antes de permitir su descarga. La consecuencia es que, aunque se esté en un "jardín vallado", se tiene garantizada una buena experiencia de usuario.