¿Usar una red WiFi o una red LAN o Ethernet? ¿Cuál es la mejor opción a la hora de elegir una u otra para nuestra casa? Seguro que muchos de vosotros habéis tenido esta duda alguna vez, hoy en Anexo M os vamos a intentar dar un poco de luz en todo esto y que consigáis escoger por vosotros mismos la mejor opción, la que más se ajuste a vuestras necesidades. Lejos quedaron ya los años en los que cada ordenador era una isla en el desierto, ahora podemos tener nuestros ordenadores conectados y compartir información entre ellos.
Explicado grosso modo, la red LAN (Local Area Network o Red de área local) es una red que permite comunicarse ordenadores entre sí de forma física, es necesario un cable que conecte todos los ordenadores pertenecientes a la red. Mientras que la Red WiFi es una red inalámbrica (también denominada como WLAN), sin cables, donde los ordenadores intercambian información a través de ondas por el aire. Hasta aquí la explicación sencilla y que todos conocemos pues ya disfrutamos de ellas desde hace tiempo. Pero ahora vamos a extendernos un poco más.
Hoy en día, con los avances informáticos, no hay una opción mejor o peor, sino que hay una opción que se amolda mejor a tus necesidades que la otra. Vamos a pasar a explicar detalladamente las características de cada una y así sabréis cual es la que necesitáis.
Red de área local, red LAN
En una red LAN es necesaria una conexión física entre los ordenadores para que se comuniquen. Cada ordenador posee su propia tarjeta de red con una entrada RJ45 donde va conectado el cable que permite transmitir la información en la red. Este cable va conectado a un router central, normalmente el operador ofrece diferentes modelos, que es el que gestiona todas las comunicaciones de la red.
Este cable de par trenzado es el que transmite todos los bits de datos que se transfieren entre los diferentes computadores. Por lo tanto estamos viendo poco a poco las ventajas y los contras de este sistema de conexión, podremos hacer llegar la información allá donde llegue el cable, y será necesario que este cable esté en perfectas condiciones para que dicha información llegue correctamente.
Si, tendremos que hacer llegar físicamente un cable, pero dicho cable tiene una capacidad a la hora de transmitir dicha información mucho más amplia que la que pueda tener una red inalámbrica. Aunque existan diferentes tipos de Red LAN (Ethernet, Token Ring, Arcnet) la más usada en los hogares actuales es la Red Ethernet. Esta tiene mayor capacidad de transmisión de datos, por norma general está conectada ante un cable de par trenzado que puede llegar a transmitir hasta 1000 Mbit/seg.
La red Ethernet es capaz de transmitir información a más de 100 metros lineales sin necesidad de instalar ningún repetidor de señal, cuando la distancia es superior, es necesario instalar un repetidor. Todos los equipos de una red Ethernet van conectados a un Router, que es el encargado de identificar a cada equipo por su identificador MAC y asignarle una IP identificativa dentro de la red para acceder a él. Por supuesto, una alternativa cuando no podemos llevar el cable y queremos aprovechar sus ventajas es recurrir a dispositivos PLC. Estos hacen simulan una red cableada haciendo uso de la instalación eléctrica.
Red inalámbrica, red WiFi
Como su propio nombre indica, la red inalámbrica o WiFi es una red que no necesita de cables para comunicarse. Mediante señales radioeléctricas, los ordenadores son capaces de comunicarse entre sí y transmitirse información. También es necesario un router, aunque en este caso se tiene que tratar de un router inalámbrico el encargado de recibir la señal de cada equipo, identificarla y permitir que transmita y reciba información. Es la opción a la que todos ya estamos acostumbrado con la popularización de los ordenadores portátiles y ahora smartphones y tabletas.
Al tratarse de una señal inalámbrica tiene como ventaja que no necesita cableado, llega a través del aire. Pero esto es también un handicap, ya que es más frágil, más susceptible a las interferencias y con menos capacidad de alcance. La longitud máxima de alcance, sin potenciadores de señal de por medio, ronda los 20 metros lineales, los cuales disminuyen según las barreras físicas que haya de por medio. En un hogar medio no suele ser un problema muy grande a menos que otras redes generen “ruido” o el material de las paredes.
Así pues, una pared de ladrillo le influirá a la distancia a la cual es capaz de transmitir nuestro ordenador, y tanto la distancia, como la velocidad de transmisión de datos, se verán afectadas. Cuantas más interferencias físicas, menor distancia y menor velocidad, también es muy susceptible a otras ondas inalámbricas, incluso a las fuentes de electricidad. Aunque siempre existen algunos trucos caseros para mejorar la conexión WiFi.
Pero, no son necesarios cables físicos, con toda la comodidad que esto conlleva además de ser la única opción de algunos dispositivos. Podremos tener el ordenador conectado a la red interna de nuestro hogar y a Internet sin necesidad de instalar ningún cable molesto, en cualquier parte de nuestra casa.
Entonces, ¿Qué opción elijo?
Evidentemente, aquí estamos ante las necesidades de cada uno, mi consejo es hacer un compendio de ambas. Como ventajas de la red LAN podríamos decir que es capaz de transmitir a mayor distancia y a mayor velocidad que una red WiFi pero es necesario que cada ordenador o dispositivo de la casa esté conectado físicamente al router que comunica los diferentes aparatos. Ideal para consolas de juegos, ordenadores de sobremesa o televisores Smart TV, todos ellos dispositivos con ubicación fija.
En una red WiFi nos olvidamos de todo esto, pero tenemos que tener más cuidado en cuanto a la seguridad. Cualquier ordenador, ya sea “amigo o enemigo” que tenga capacidades WiFi será capaz de ver la red y tendremos que tener claras ciertas nociones de seguridad para que no pueda acceder a ella quien no queramos.
Por ello será necesario protegerla, añadirle una contraseña para que solo podamos acceder nosotros y quien nosotros queramos. Los propios protocolos de WiFi nos ofrecen diferentes opciones de seguridad para intentar minimizar posibles usos no deseados de nuestra red.
Pero si vamos a utilizar la red para transmitir un gran volumen de datos, la red WiFi se nos puede quedar “corta” y hacer que el transmitir ficheros pesados sea un auténtico suplicio, para ello será siempre mejor una red LAN. Por eso os aconsejo que tengáis ambas redes perfectamente configuradas en vuestra casa.