Con el cierre de Google Reader el año pasado, Google dejó entrever que los lectores de feedseran algo a extinguir puesto que nuestros hábitos de acceso a la información habían cambiado mucho. Por aquel entonces, parecía que el uso del RSS, RDF y Atom estaba abocado a su fin y, aunque es cierto que los feeds han perdido algo de peso, esta vía de difusión de contenidos aún sigue vigente y no está tan muerta como Google, quizás, llegó a plantear.
Son muchos los sitios web que mantienen visible un icono que nos marca el enlace hacia el feeddel sitio para que podamos añadirlo a nuestro agregador de contenidos favorito; los feedssiguen siendo el pilar sobre el que se apoyan muchos de los servicios que usamos a diario, nos permiten canalizar la información de interés hacia un único repositorio, podemos seleccionar la información, poner el foco en lo importante y, por supuesto, compartir rápidamente aquello que consideramos de interés.
Desde finales de los años 90, el RSS (y los feeds en general) está presente en la red como uno de los mecanismos básicos para difundir contenidos. De gran utilidad para los usuarios, sigue siendo una importante puerta de acceso a los medios digitales; una puerta hacia los contenidos que, a veces, no siempre se mira con cariño por parte de los productores de contenido o los medios digitales porque llegan a creer que les resta visitas directas y clics a pesar de genera otros importantes beneficios (como una mayor difusión).
Apenas un año después del cambio de paradigma que llegó a plantearnos Google con el cierre de Google Reader, echamos la vista atrás para ver si, realmente, el RSS y el resto de formatos que sustentan los feeds están al borde de la extinción como se llegó a pronosticar hace un año.
¿En qué consiste el RSS?El RSS es un formato de texto que se apoya en XML y que sirve para recopilar los contenidos publicados en una página web para facilitar su difusión hacia otros servicios u otras páginas. Este formato nació en el seno de Netscape en 1999 de la mano de Dan Libby y Ramanathan V. Guha con el objetivo de ofrecer, de manera estructurada, los contenidos publicados en una página web para aplicarlo al portal de contenidos de Netscape (My.Netscape.Com). Esta primera especificación del RSS, conocida como RSS 0.9, respondía al nombre de RDF Site Summary (aunque, posteriormente, evolucionaría a la versión RSS 0.91 y se renombraría aRich Site Summary, que es el segundo de los tres nombres por los que se conocen a los RSS).el archivo RSS (o también conocido como feed RSS ofrece un resumen (o el contenido completo) de lo que se ha publicado en el sitio web origen del mismo; un archivo estructurado que ofrece titulares y contenidos, datos del autor o la fecha y la hora de publicación del contenido. Por tanto, revisando un feed RSS es posible saber si se han publicado nuevos contenidos en un sitio web determinado.
Al estar la información en un formato XML, el feed RSS no se puede visualizar directamente desde el navegador; el usuario debe apoyarse en un agregador o lector de feeds para interpretar el contenido y visualizarlo de una manera cómoda que haga fácil la lectura. Gracias a estas aplicaciones, el usuario puede comprobar si se han publicado novedades y cuántos contenidos, por ejemplo, le quedan por revisar desde la última vez que usó la aplicación; además, puede añadir múltiples fuentes de información y, de esta forma, revisar todas las novedades publicadas por los medios digitales que suele visitar sin tener que estar "saltando de web en web".
Cuando se habla de RSS se tiende a pensar que todos los tipos de feeds responden a este formato. Cuando hablamos de feeds en sentido amplio, nos referimos tanto al RSS (Rich Site Summary, versión RSS 0.91, RDF Site Summary, versiones RSS 0.9 y 1.0 o bien Really Simple Syndication, es decir, RSS 2.0) como a otros formatos como Atom (que también es muy utilizado y nos permite visualizar, parcialmente, los contenidos publicados); es decir, cuando hablamos de "fuentes" o feeds no nos referimos únicamente a RSS puesto que no es el único formato existente y, a veces, el término suele generar confusión.
El cambio de hábitos en el consumo de información
El 13 de marzo de 2013, Google lanzó un anuncio que "estremeció" la red: el cierre de Google Reader, uno de los lectores de feed más utilizados por los usuarios. Google fijó en el 1 de julio de 2013 la fecha en la que su lector de feeds dejaría de prestar servicio; los usuarios teníamos que buscar otras alternativas para concentrar, bajo un mismo sitio, los contenidos de los medios digitales que considerábamos referencia y que, por tanto, solíamos consumir a diario.
Los de Mountain View alegaron que, desde 2005 a 2013 (los años en los que Google Reader había estado en activo), los hábitos de consumo de información habían cambiado; la explosión de los smartphones y tablets, las apps, los agregadores de contenidos y las redes sociales habían cambiado el panorama y nuestra forma de acceder a la información. Es cierto que nuestra forma de acceder a la información ha cambiado; se han multiplicado las puertas de acceso y podemos acceder a un medio digital desde nuestro PC o desde nuestro teléfono móvil, también estamos informados de lo que ocurre a través de Twitter o Facebook.
En estos años se han diversificado las puertas de acceso a la información pero ello no implica que el RSS en particular, o los feeds en general, sean algo obsoleto. No toda la información que consumimos procede de apps directamente ni tampoco procede de redes sociales; los usuarios requieren servicios en los que puedan concentrar las fuentes de información que, realmente, les interesan y si éstas no ofreciesen un feed sería algo complicado.
Con el cierre de Google Reader, servicios como Flipboard se han visto muy reforzados al igual que servicios como Feedly, que ha llegado a convertirse en el "heredero" de Google Reader y en el lector de feeds al que han terminado saltando los usuarios para así contar con un servicio en el concentrar sus fuentes para poder navegar "rápidamente" pasando por titulares y resúmenes y así filtrar la información.
Una importante puerta de acceso a la información
Google se parapetó en el cambio de hábitos como motivo para el cierre de Google Reader y, la verdad, tenía razón solamente en parte. Google Reader era un producto que se había quedado obsoleto, apenas había evolucionado y, sin embargo, estaban surgiendo agregadores de contenidos con una capa de presentación mucho más agradable que, en el fondo, fomentaban más el uso y la lectura.
Google tenía razón en que estábamos usando apps para acceder a los contenidos que publicaban medios digitales. Flipboard es uno de los ejemplos más conocidos pero también encontramos Pulse (que fue comprada por LinkedIn y la ha integrado con su red social profesional) , Taptu o Reeder; cambió la "presentación" y la puerta de acceso, pero los cimientos se siguen manteniendo: el feed.
Es cierto que, al diversificarse las puertas de acceso a la información, el uso de los feeds ha caído pero este hecho aún no ha marcado su final. Las estadísticas siguen marcando lo extendido que están en uso los feeds como vía de difusión de la información; es cierto que su uso ha bajado alrededor de un 11% en términos generales (entre agosto de 2013 y marzo de 2014) pero aún siguen estando muy arraigados dentro de la web (en webs de alto tráfico, su uso ha llegado a incrementarse porque no dejan de ser un instrumento que aumenta el tráfico de una web y amplifica la difusión de contenidos).
Para el usuario se están convirtiendo en algo transparente, hay servicios que, directamente, ofrecen contenidos a través de sus propias redes de medios afiliados y, como no, también consumimos muchos contenidos a través de lo que comparten nuestros amigos en Facebook o la gente que seguimos a través de LinkedIn.
El panorama ha cambiado y existen más vías de acceso a la información pero, sin los feedsmuchos de los servicios que usamos a diario no funcionarían; los feeds siguen siendo un estándar para difundir la información pero están perdiendo peso y el usuario no requiere que una web le ofrezca un acceso directo al feed para poder añadirla a su agregador de contenidos favorito.
Redes sociales como Twitter están orientadas a la difusión de información a tiempo real, losfeeds, por el contrario, están orientados a consultar contenidos bajo demanda, cuando realmente tenemos tiempo. En el fondo, son dos formas de acceso a la información complementarias que, además, tienden lazos entre sí puesto que ambas pueden llegar a sustentarse sobre servicios de terceros y también sobre feeds; el RSS es un estándar que permite difundir la información y que ésta sea recogida por usuarios y por otros servicios, es una pieza fundamental del ecosistema de web abierta que aporta mucho valor.
¿Cómo podemos sacarle partido?
Para una buena parte de los usuarios, el RSS de una web se ha vuelto algo "transparente"; damos por supuesto que una página web nos va a ofrecer la posibilidad de añadir sus contenidos a lectores de feeds como Feedly o revistas digitales como Flipboard (dos servicios que, tal y como hemos comentado, se vieron muy reforzados tras el cierre de Google Reader) porque así nos hacen cómoda la lectura y se facilita mucho el acceso a los contenidos.
Desde la perspectiva del usuario, los feeds (donde se incluyen tanto los RSS como otras vías de difusión de contenidos como Atom) facilitan el acceso a la información; nos permiten concentrar, bajo un mismo punto de entrada, todos los contenidos que consideramos de interés, es decir, los medios digitales y páginas que seguimos con frecuencia sin que tengamos que estar visitando dichas páginas para ver si se han publicado nuevos contenidos. Para un usuario,los feeds nos permiten ser mucho más productivos y realizar una navegación mucho más eficiente; por tanto, son un recurso que no se debería dejar de lado.
Y aunque sea cómodo para el usuario, ¿no puede llegar a ser contraproducente el uso de losfeeds en una web porque disminuyen las visitas? Hay quien se llega a plantear que el feed es negativo porque se traduce en menos visitas directas y menos clics en una web; sin embargo, la realidad dista mucho de este planteamiento. En general, ofrecer un feed a los usuarios aporta mucho valor a un sitio web porque es una forma simple de difundir los contenidos que se publican y, la verdad, cuando un contenido es interesante, el usuario termina visitando el sitio web para así leer el contenido con su maquetación original.
Cuando un contenido es interesante, el usuario no duda mucho en hacer clic y visitar la fuente original; de hecho, gracias a agregadores de contenidos como Feedly o Flipboard, se aumenta la difusión porque, además de facilitar el acceso también nos es sencillo compartirlo a través de servicios como Twitter o Facebook e, incluso, podemos enviar dichos contenidos a Evernote para tenerlos disponibles en nuestro "cuaderno digital" o bien enviarlos a Pocket o a Instapaper para leerlos con mucha más calma.
Gracias a los feeds, los contenidos de una web se vuelven mucho más dinámicos, servicios como IFTTT nos permiten automatizar tareas y vincular servicios que, aparentemente, están desconectados entre sí. Con IFTTT podemos programar acciones automáticas sobre un servicio que se ejecutan cuando acontecen determinadas condiciones en otro servicio; en el caso concreto de los feeds (que disponen de su propio canal en IFTTT) podremos llevar a Pocket las nuevas publicaciones de nuestros medios digitales favoritos o compartirlos automáticamente en Twitter o Facebook.
Si nunca has usado IFTTT, la verdad es que vale la pena probar este servicio y ver qué fácil es automatizar tareas; en el caso de los feeds podemos generar recetas para enviar a Pocket los nuevos artículos que se publiquen aquí en eldiario.es o bien compartirlos en Twitter, Facebook o LinkedIn automáticamente.
IFTTT, junto a Feedly, Pocket, Instapaper y Flipboard son muy buenos ejemplos de servicios que han crecido bajo el paraguas de los feeds que permiten difundir los contenidos de un medio digital y que, en el fondo, aportan mucho valor al ecosistema de los contenidos digitales. El feed no resta visitas, es una puerta más de entrada hacia tu web y, además, ayuda a ampliar la difusión de los contenidos, por tanto, es una oportunidad para llegar más lejos y ampliar tu audiencia.
Hace un año, Google se aventuró a decir solamente consumíamos contenidos a través de apps y a través de redes sociales como Twitter o Facebook; en su opinión, Google Reader no tenía sentido. Es verdad que usamos apps y redes sociales para consumir información; sin embargo, los feeds siguen siendo el pilar sobre el que se apoyan muchas de estas apps que usamos para estar informados.