La creciente complejidad de los dispositivos móviles exige tomarse un tiempo para reflexionar sobre las necesidades de cada usuario antes de decidirse por un modelo concreto
No hay ninguna duda. El mercado ofrece tantos teléfonos móviles como prestaciones exigen los millones de usuarios. Ahora bien, aunque la mayoría de los ciudadanos se conforman con un aparato que les permita llamar, cada vez son más los consumidores que reclaman funciones que antes se atribuían al ordenador. El uso del móvil se complica, y con él la decisión que hay que tomar en el momento de adquirir uno de gama alta, y no sólo porque son caros sino porque su contratación implica a menudo compromisos de permanencia con un operador que alcanzan los dieciocho meses. Una compra responsable y acertada exige pensar muy bien en los usos que se quiere hacer del nuevo aparato.
Blackberry, para los amantes del texto
Si la principal función del teléfono es darle un uso comunicativo, de corte profesional, donde predomine el envío y la recepción de correos electrónicos o mensajería instantánea, los teléfonos Blackberry son la mejor opción. Los motivos son dos: su teclado completo QWERTY está expandido y proporciona el espacio suficiente para teclear en un pequeño espacio con rapidez y sin equivocaciones. La segunda razón es que la empresa que los vende, la canadiense RIM (Reserarch In Motion, o investigación en movimiento), no basa el envío de correos electrónicos en los protocolos de datos de las redes de telefonía comunes como 3G, GSM o EDGE, sino que cuenta con sus propios servidores. De esta manera, los correos viajan por las redes generales de telefonía móvil pero lo hacen con un cifrado especial y diferente al resto que les protege mejor de posibles intromisiones. Algo fundamental para la protección de información privada, sobre todo en el ámbito empresarial, hasta tal punto de que algunos gobiernos no lo ven con buenos ojos y planean prohibir estos teléfonos en su territorio si RIM no comparte con ellos el código de acceso a sus servidores.
En el plano económico, las personas que prefieran la comunicación por texto antes que por voz también tienen mucho que ganar con las Blackberry. Las tarifas de datos que ofrece no limitan el uso de la red y permiten el chat de modo sencillo y ágil, así como el envío de adjuntos sin límite de peso. Aunque este último punto varía según la empresa que provea el acceso, sobre todo en el caso de imágenes.
Respecto al precio, aunque las Blackberry son caras, todos los operadores importantes las ofrecen subvencionadas, en ocasiones sin tener que abonar una entrada inicial. Pero conviene estudiar el plan de datos que el operador ofrezca para evitar que los costes de base superen lo aceptable y se acabe por pagar facturas excesivas.
Iphone y teléfonos con Android, para el ocio y la navegación web
Para el desarrollo de una actividad no profesional o que no esté basada en el uso del teclado hay opciones mejores que la Blackberry. Son modelos que ofrecen una navegación web superior a la de los teléfonos de RIM, a pesar de que éstos mejoran año a año. En estos casos, el teléfono que se escoja varía según el precio que se esté dispuesto a pagar. Por un lado, se encuentra el flamante iPhone de Apple, con su pantalla táctil y su, hasta la fecha, no superada experiencia de usuario en la navegación por Internet en un móvil.
Su pantalla multitáctil, que permite aumentar el tamaño de letras e imágenes a gusto del usuario, le convierte en un buen candidato para recorrer páginas web, mirar mapas o seguir a los contactos en las redes sociales. También facilita la lectura de periódicos, blogs y correos electrónicos, aunque a la hora de escribir, su teclado táctil no es comparable al de las Blackberry.
Por otro lado, Apple cuenta con una tienda con cientos de miles de aplicaciones que enriquecen las funciones del iPhone y lo convierten en mucho más que un teléfono con acceso a Internet. Hacen de él un navegador GPS, una brújula, una consola de videojuegos, una agenda de tareas pendientes... Y en el último modelo lanzado, el iPhone 4, sus dos cámaras le dotan de capacidad para grabar vídeos en alta definición y sacar fotografías de calidad más que aceptable.
Frente a este popular modelo se postulan toda una gama de teléfonos, estéticamente no tan bonitos pero sí más baratos e igual de interesantes en cuanto a la experiencia de usuario y a las aplicaciones. Son los móviles que funcionan con el sistema operativo Android, lanzado por Google y adoptado por marcas tan prestigiosas como HTC.
La ventaja es que la oferta es mayor y por tanto, se pueden encontrar teléfonos más baratos que el iPhone, y con planes de precios más ventajosos al contratar una línea y subvencionar el aparato. La desventaja es que todavía Android no está a la altura del sistema operativo de iPhone, aunque en menos de un año los expertos consideran que ambos sistemas pueden igualarse en prestaciones. Por otro lado, Android también cuenta con una importante tienda de aplicaciones que dota de numerosas prestaciones a sus móviles.
Nokia y teléfonos con Windows Mobile, mejor esperar
Nokia es el líder mundial de los teléfonos de las gamas media y baja. Sin embargo, en la gama alta su experiencia no ha sido buena, ya que el sistema operativo que usa, Symbian, se ha mostrado incompetente para los aparatos de complejidad creciente. Por el momento, y a la espera de que Megoo (la nueva propuesta de software de la empresa finlandesa) prospere, no es del todo aconsejable adquirir un Nokia de gama alta.
Y lo mismo sucede con los teléfonos que funcionan con el sistema operativo Windows Mobile. En los próximos meses se espera disfrutar de la nueva versión WM7. Mientras tanto, es mejor evitar las anteriores versiones, ya que se mostraron fallidas e incapaces de hacer funcionar ningún modelo con eficacia. Uno de sus puntos débiles es la excesiva potencia que requiere este sistema, demasiada para los pequeños procesadores de los móviles. Sin embargo, se prevé que con nuevos chips de mayor potencia WM7 responda bien.