Tecnología con contrato de permanencia
Se extienden las subvenciones a equipos informáticos a cambio de contratar un servicio de telecomunicaciones por un tiempo determinado
Un iPhone vale 500 euros, un precio similar al de Nokia N95 o una Blackberry. Sin embargo, si se compran junto a un contrato con una operadora de telefonía móvil, su precio se reduce en unos 300 euros. ¿Dónde está el secreto? El usuario siempre paga el precio del aparato, pero lo hace en forma de compromiso, concretamente se compromete a permanecer en el servicio contratado por un tiempo mínimo. Si rompe ese compromiso, debe pagar el total del teléfono. Se trata del llamado "contrato de permanencia". Ahora, las empresas de telecomunicaciones también han empezado a aplicar este sistema a ordenadores portátiles de gama baja y routers de conexión a la Red.
La compra de terminales de telefonía móvil está subvencionada en países como España por parte de las operadoras de telecomunicaciones. De esta manera, se aseguran que los clientes pueden acceder a los terminales más demandados a un menor precio, y a cambio el usuario se compromete durante un periodo de tiempo, determinado por la operadora, a permanecer como cliente. Esta estrategia consigue aumentar las ventas, tanto de fabricantes como de prestadores de servicios, al no tener que realizar el comprador un desembolso inicial importante para costearse el teléfono.
Entre los nuevos dispositivos subvencionados se encuentran los primeros modelos de portátiles baratos, ya que debido a su bajo coste, entre 300 euros y 500 euros, se encuentran dentro del rango de dispositivos que pueden ser adquiridos mediante este tipo de estrategia comercial. También porque sus especiales características (pesan poco y se pueden conectar a la Red en cualquier sitio y de varias maneras) les permiten tener contratos de acceso a datos similares a los de los teléfonos.
Ofertas de portátiles baratos
Así, el fabricante español de ordenadores Airis ha lanzado un novedoso paquete comercial: un ordenador más una conexión a Internet, mediante una tarifa plana 3G o ADSL, con los operadores de telecomunicaciones Simyo, Telefónica o Jazztel. El "pack" reduce el coste del portátil a cero euros, aunque la elección del modelo de ordenador viene asociada al tipo de contrato aceptado por el cliente.
Esta oferta comercial incluye los portátiles de la gama Praxis, así como los ultra portátiles Kira 100 y Kira 700. Estos ordenadores tienen una pantalla de 7 y 10,2 pulgadas respectivamente. Así, por ejemplo, con un contrato de conexión a Internet con Jazztel, dentro de su paquete comercial de "ADSL 20 megas" y por un precio mensual de 34,90 euros, los usuarios pueden adquirir sin costes el ordenador Kira 100. Si el precio del servicio de conexión se eleva hasta los 39,90 euros al mes, tienen el modelo Praxis N1105. Ahora bien, el contrato de permanencia es de 36 meses, lo que quiere decir que si rompen la relación antes tienen que pagar el total del ordenador, o bien una parte proporcional.
Antes de contratar una tarifa de datos asociada a un dispositivo es conveniente asegurarse de que el precio pactado por la misma es igual o menor al que podría contratarse de forma independiente
También los operadores de telefonía móvil se han lanzado a la subvención de equipos informáticos. El operador Orange dispone de una oferta comercial consistente en un ultra portátil Medion Akoya Mini, de 80 gigabytes de disco duro, a 179 euros, cuando su coste en el mercado es de 399 euros. La compra conlleva el contrato de una tarifa de datos mediante un módem USB 3G con un coste de 39 euros al mes y un contrato de permanencia de 18 meses.
Vodafone ha llegado a un acuerdo con el fabricante de ordenadores norteamericano Dell para comercializar su modelo Inspiron Mini9 ligado a una oferta de módem USB. El precio del modelo subvencionado por la operadora es de 259 euros para empresas (el verdadero nicho de Dell) y de 299 euros para particulares. A ello hay que sumar la tarifa de 32 euros mensuales de Vodafone y un contrato de permanencia de 18 meses. Teniendo en cuenta que este ordenador cuesta en el mercado entre 319 euros y 355 euros, no parece que la subvención sea muy alta.
Movistar, por su parte, comercializa los modelos de la marca Asus Eee PC 701 y Eee PC 900, por un coste entre los 79 euros y los 209 euros, dependiendo del equipo y el tipo de contrato de datos elegido. La permanencia mínima es de 24 meses.
Un modelo muy similar se aplica a los router ADSL que ofrecen los proveedores de acceso a la Red. Suelen ser habituales las ofertas donde se regala un router wifi (que cuesta en el mercado entre los 100 euros y los 200 euros) a cambio de una permanencia mínima que varía entre un año y los 24 meses.
Estudiar bien la oferta y sus consecuencias
Como recomendación, antes de contratar una tarifa de datos asociada a un dispositivo es conveniente asegurarse de que el precio pactado por la misma es igual o menor al que podría contratarse de forma independiente con el operador de telecomunicaciones. En el caso de que la tarifa de datos asociada fuera superior, después de finalizar el periodo de permanencia el usuario habría pagado una cantidad mucho mayor que si hubiera comprado el equipo informático y contratado por su cuenta un plan de datos para la conexión a Internet.
Algunos dispositivos subvencionados mediante los contratos de permanencia están asociados al operador que los comercializa y que bloquea su posible uso con otras compañías
Uno de los problemas surgidos en el sector de la telefonía móvil, y que puede ser extensible a otros dispositivos, como router de acceso a Internet o módems USB, es que algunos de los aparatos subvencionados mediante los contratos de permanencia están asociados al operador que los comercializa, y que bloquea su posible uso con otras compañías. Los operadores no tienen obligación de especificar si los dispositivos que ofrecen están bloqueados, ni tampoco están obligados a desbloquearlos cuando finalice el periodo de permanencia.
Por otro lado, el contrato de permanencia está asociado a la subvención del dispositivo, por lo que si el cliente decide darse de baja, la compañía podría hacerle abonar la parte proporcional que aún no haya sido amortizada. Este coste viene determinado por la cantidad subvencionada y el tiempo que falta para la finalización del contrato de permanencia.
Sin embargo, un estudio realizado por Facua-Consumidores en Acción en 2007 llegaba a la conclusión de que las cláusulas de penalización que realizan las empresas de telecomunicaciones a los clientes que quieren darse de baja antes del fin del contrato no guardan proporción con los descuentos aplicados a la hora de adquirir un terminal a estas compañías. Además, dicha bonificación no aparece en los contratos. Por lo cual, los usuarios no pueden saber cuál es el importe subvencionado por parte de las compañías.
Mas transparencia
Nuevos operadores de telefonía móvil como Simyo y Yoigo, que dependen de los cambios de operadora que hagan los usuarios desde otras compañías para captar nuevos clientes, han iniciado diferentes acciones para conseguir que en España se desarrolle una nueva normativa que regule los contratos de permanencia, ya que algunos usuarios que quisieran pasarse a las ofertas de Simyo y Yoigo se ven atados por sus contratos de permanencia.
En el futuro estos contratos no podrán ser superiores a 24 meses y podrán ser cancelados por parte de los usuarios después de 12 meses
Para dar mas protección a los consumidores europeos, el Parlamento Europeo aprobó en el mes de septiembre un paquete de medidas destinadas al sector de las telecomunicaciones. Entre ellas, se encuentran aspectos destinados a hacer los contratos de permanencia que aplican las empresas más claros. Estos contratos no podrán ser superiores a 24 meses y podrán ser cancelados por parte de los usuarios después de 12 meses.
Por otro lado, según el Instituto Nacional de Consumo, los usuarios pueden darse de baja de sus contratos sin penalización si las compañías de telecomunicaciones deciden modificar sus tarifas durante el periodo de permanencia. Los usuarios tienen derecho a ser informados con un mínimo de un mes de antelación de las posibles modificaciones de tarifas que puedan producirse en sus contratos. En este periodo de tiempo pueden darse de baja sin tener que recibir una penalización por parte de estas compañías.