Un móvil libre tiene grandes ventajas frente a uno sujeto a periodos de permanencia, ya sea mediante la subvención de su compra o por una financiación paralela sujeta a una entidad bancaria. Para empezar, aunque el móvil se pague financiado por Movistar o Yoigo, o cualquier otro operador, durante el periodo de pago, los meses que haya que abonar los plazos, el usuario no podrá romper con la compañía y cambiar a otra con mejores precios.
Un móvil no subvencionado no quiere decir que sea libre: tendrá el bloqueo que le aplique la operadora, que solo lo liberará tras el pago total del aparato
El hecho de que el móvil no sea subvencionado no quiere decir que sea libre: tendrá el bloqueo que le aplique la operadora y quesolo liberará tras el pago total del aparato.
En cambio, un móvil libre, comprado en una tienda de electrodomésticos, no tiene bloqueos, se le puede aplicar la tarjeta SIM que se desee, según nos interese una tarifa u otra. Incluso se pueden tener varios contratos y jugar con ellos según horarios o zonas. Una práctica habitual entre quienes viajan mucho a otros países es tener una tarjeta local para evitar los efectos del roaming y las llamadas internacionales. Es algo que con un móvil de operadora no se puede hacer.
Con un móvil libre podemos esquivar eventuales subidas del precio tarifario o abusos de la operadora por la sencilla regla de pedir la portabilidad
Otra ventaja del móvil libre es que podemos esquivar eventuales subidas del precio tarifario o abusos de la operadora por la sencilla regla de pedir la portabilidad a una nueva operadora de nuestro número, que por ley debe realizarse en un solo día.
Con el aumento de ofertas de los OMV, el acceso a tarifas competitivas será mayor. Es de esperar que, dadas estas ventajas, los operadores tradicionales prefieran mantener una cierta ventaja en el precio para el usuario que financie el móvil a través de ellos, aunque quizá no sea así y el mercado se libere del todo de móviles ligados a compañías de telecomunicaciones: el mejor escenario.